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lunes, 9 de octubre de 2017

Wucan : hechizando ratas y neuronas


Cuando escribimos sobre el álbum debut de la banda alemana Wucan titulado Sow the wind (review), Earthquaker había amenazado que este grupo se convertiría en una de las mejores dentro de la escena vintage alemana. Hace unos días fue publicado Reap the storm y luego de una primera vuelta a los surcos podemos escribir que el cuarteto de Dresden ha logrado cumplir la profecía.

Lejos de quedarse estancados en el sonido logrado en su primer material, los alemanes buscaron desarrollar su estilo para alcanzar un álbum maduro que servirá de plataforma para su futuro musical. Sobre la base del hard rock fundamentado en flautas e hipnóticos riffs de guitarra, hoy Wucan nos ofrece un disco que sobrevuela el movimiento progresivo de los años setentas desde la mirada del krautrock revestido con algunos instantes psicodélicos. El resultado final es una extensa obra de ochenta minutos encapsulados en tan sólo ocho temas.


Aquel primer disco de Wucan fue grabado con el baterista Leo Vaessen, pero el abandonó el proyecto para dedicarse al cien por ciento con su banda The White Dukes. Desde entonces, el grupo encontró en Philip Knöfel al encargado perfecto de las percusiones tras años de un largo desfile de múiscos en dicha posición. Gracias a esta adquisición en la alineación, el guitarrista Tim George, el bajista Patrik Dröge y la cantante/flautista Francis Tobolsky encontraron el equilibrio perfecto para concentrarse en afinar su estilo y crear nuevas composiciones que alimentaran lo alcanzado hasta ese momento. 

Wucan regresó al Big Snuff Studio para grabar el nuevo material, pero a diferencia del primero, la grabación y producción corrió a cargo de Nene "Porco Dio" Baratto, quien ha trabajado en los discos de Travelin Jack y Kadavar. Para complementar la realización técnica, la mezcla corrió a cargo de Charlie Paschen y la masterización por Andreas "Lupo" Lubich, quienes lograron obtener un resultado alucinante que realmente logra dar un paso más allá a lo alcanzado en Sow  the wind.


A pesar de tener tan sólo algunas horas de ser presentado, Reap the storm tiene todos los elementos necesarios para convertirse inmediatamente en un material de referencia obligada al renacimiento en este siglo del hard rock progresivo clásico. Sin embargo, el disco no se queda en aterrizar en las planicies de los viejos lugares ya establecidos por los antiguos dioses como Jethro Tull, sino que el cuarteto alemán rompe con las fronteras establecidas para regalarnos una obra colosal que logra volarnos las neuronas a través de múltiples imágenes sonoras sin repeticiones ni lugares comunes.

El Reap the storm podríamos dividirlo en dos partes, mismas que quedan claramente marcadas en su edición de vinil: una primera conformada por seis temas "convencionales" con melodías definidas sobre una misma vía y una segunda constituida por dos extensas suites. El primer disco arranca con un misterioso tema cantado en alemán que poco a poco nos va envolviendo en su mágica neblina psicodélica, pero al ofrecernos su "Ebb and flute/The eternal groove", el rock progresivo de flautas maravillosas del primer disco regresa a nuestra memoria; aunque por momentos es imposible no recordar a Alia O'Brien con su Blood Ceremony. Sin embargo, el tema se convierte a fuerza de golpes de bajo en una melodía pop de reminiscencias disco. La cabalgata eléctrica se adueña del sonido en "Out of sight, out of mind" gracias a su guitarra heredera del agresivo NWOBHM. Cuando la aguja se posa sobre "I'm gonna leave you", nos encontramos con un track hecho a base de mezclar una buena canción pop con algunos elementos psicodélicos y soul que desearon hacer los Blues Pills en su criticado Lady in gold pero que no lograron. Esta sección del disco cierra con otro tema en lírica alemana llamado "Falkenlied", el cual se distingue por sus aires acústicos que recuerdan por momentos al Fairport Convention de Sandy Denny.


La segunda mitad del Reap the storm sólo nos ofrece dos temas, mismos que podríamos considerar como dos obras conceptuales estructuradas por diversos movimientos bien definidos. "Aging ten years in two seconds" comienza con acordes acústicos para darle seguimiento al último track de la primera parte del álbum para ir subiendo in crescendo a través del poder de la flauta y cambios melódicos dirigidos por el bajo hasta llegar a energéticas notas herederas del hard rock setentero durante un largo viaje con más de viente y un minutos delirantes. En cambio "Cosmic girl" es una larga experimentación sonora de dieciocho minutos donde podemos encontrar sonidos orientales de sitar y paseos astrales psicodélicos, pero que en su parte media logra arrancar algunos instantes distorsionados para regresar al mundo onírico con el que suavemente arrancó.

El primer sencillo del disco es "The rat catcher", track que inmediatamente nos remite a la antigua fábula alemana de El flautista de Hamelin que fuera rescatada por los hermanos Grimm. La batería y el bajo ensayan un ritmo adictivo, pero tras algunos segundos es quebrado por una guitarra que cambia la melodía de manera brusca. Algunas notas de flauta delimitan la línea melódica para ser seguida por una voz femenina con una agresiva entonación inspirada en el coraje y la venganza. Inesperadamente el tema es de nuevo cortado por una misteriosa e insistente línea de bajo que prepara el terreno a una flauta que sopla una hipnótica figura con la intención de orientar a los inocentes hacia lugares desconocidos. El tema encapsula en sus más de cinco minutos de duración los nuevos caminos tomados por Wucan en su extenso Reap the storm, es una probada ideal que confirma lo alcanzado por una banda en su intento por traspasar sus propias fronteras musicales hacia infinitas posibilidades.

A principios de septiembre de 2017, Wucan presentó el video promocional de "The rat catcher", el cual es un trabajo visual mágico realizado por Caryzma Media que nos muestra a la banda interpretando el tema en algún rincón perdido entre los callejones de una vieja ciudad mientras niños y ratones bailan con la melodía seductora. Entre luces y sombras, la banda explota en un alucinante juego de imágenes que dotan de imaginario a un tema de obvias referencias literarias.

Con la intención de hacer llegar este maravilloso y extenso trabajo, el cuarteto de Dresden ha comenzado su gira europea que tocará Alemania, República Checa, Países Bajos y Austria, misma que inició con un evento compartido con Travelin Jack y Eat Ghosts en su lugar de nacimiento. En el otro lado del Atlántico nos encantaría recibirlos, pero hasta este momento no se encuentra en sus planes, así que sólo nos queda saborear detenidamente esta obra colosal llamada Reap the storm, un disco ambicioso que alcanza sus objetivos al hechizar a los amantes del viejo rock progresivo y al acercar a las nuevas generaciones a un género multifacético que requiere ser nuevamente valorado.


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