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sábado, 15 de julio de 2017

Winexperience : alcohol, sexo y verdadero hard rock chileno



Bajo el resguardo de un fructífero valle y un río que baña las tierras, la ciudad chilena de Copiapó se encuentra en medio del desierto más árido del planeta: Atacama. Sin embargo, este pequeño oasis se distingue por su antigua tradición minera y por ser un vergel en donde nacen las mejores uvas del país sudamericano, lo que la convierte en un lugar especializado en la producción de vino. Entre arenas y vides, oculta entre las montañas y azotada por la intensa luz solar, este rincón de Chile nos tiene escondida una sorpresa musical.

A finales de 1996 nació entre las ardientes calles de Copiapó una banda inspirada en el hard rock setentero formada por Rodrigo "Puma" Godoy, Juan Quinteros y Carlos Olmedo; quienes tras algunos años dejan abandonado el proyecto. Sin el embargo, la tenacidad y el gusto por la música de "Puma" lo llevó en 2003 a reformar al grupo bajo el nombre de The Winexperience con Fernando Lobos en la batería, Carlos "Bassil" Rojas en la guitarra y Claudio Mauna en el bajo, quien finalmente fue sustituido por Julian Moris. Desde entonces, este grupo fue creando un repertorio propio a partir de su gusto por bandas como Led Zeppelin, The Jimi Hendrix Experience, KISS, Thin Lizzy y Gran Funk Railroad para recorrer todo el Atacama con su propuesta.


Los años de esfuerzo se vieron recompensados hasta 2005 cuando la banda publica su álbum debut Descarga desértica con la oportunidad de viajar por la extensa geografía de su natal Chile para promocionar su material, logrando así compartir escenario con gente de la talla de los geniales Hielo Negro y los argentinos Buffalo. De dicho material se desprendería un tema fundamental para el rock copiapino: la irreverente y sexual "Evelyn (Devil-in)" (con todo y algunas frases tomadas del "Inside looking out" del Grand Funk).

A pesar de éxito que comenzaba a alcanzar The Winexperience dentro de la escena local chilena, la salida del guitarrista "Bassil" del grupo en 2007 paralizó su despegue. Pero no todo estaba perdido, pues la banda reclutó al genial Giancarlo "Jibi" Fiocco, lo que llevó a una transformación sonora al grupo que terminó llevándolos hacia terrenos más estridentes que serían del gusto del público rockero. Estos cambios trataron de ser capturados en un EP que la banda quiso grabar durante 2009, pero todo quedó en un intento.


Como podría esperarse de la gente nacida en el desierto, las contrariedades no vencieron al ánimo de "Puma" y nuevamente llevó a su banda a meterse en los estudios en 2013 para grabar lo que sería su segundo material, aunque el mismo terminaría su proceso de registro hasta agosto de 2016. Bajo el nombre de El Pacto y con la eliminación del prefijo "The", Winexperince abandonaría el limbo para regresa al mundo del rock n' roll con un nuevo disco en octubre de 2016 y con toda la actitud de presentarlo en cuanto lugar se pudiera.

Rescatando cuatro temas de aquel intento frustrado de 2009, Winexperience nos ofrece en El Pacto nueve canciones desde su hard rock que han hecho desde sus primero días, pero ahora con una orientación hacia el blues eléctrico que le dota al estilo de la banda mayores posibilidades sonoras. El material es una colección de himnos a la triada maldita de alcohol, sexo y rock n' roll: la acelerada "Hasta quemar el sol" nos obliga a doblar el codo hasta encontrar el fondo de la botella (quizá una de vino artesanal dulce como los que se hacen en Copiapó), la rabiosa "Musa" homenajea la belleza de la mujer aunque todo termina en un orgasmo cuando los insistentes acordes de "Traci Lords" se hacen sublimes por medio de un memorable puente de atmósferas demoníacas. Por si ello fuera poco, el segundo disco de los chilenos no olvida a su tierra y le regalan un maravilloso blues eléctrico en "Delta Copiapó Blues" y un entrecortado heavy rock en "Ardes en el desierto".


Luego de entregarse a los placeres de la vida, Winexperience desciende a los infiernos a través de la fuerza de un bajo atascado de fuzz que marca un rebuscado riff, una introducción a la Black Sabbath que es seguida por una guitarra en wah hasta que ambos instrumentos dan forma a una melodía realmente poderosa. "Puma" nos comienza ha hablar sobre almas en pena que llegan a los abismos, una obvia condena tras una vida de pecados que no son sencillos de expiar. Bajo un sabor a Deep Purple, Uriah Heep y Spiritual Beggars, "Condena oscura" recrea una atmósfera vintage gracias a los teclados Hammond de Javier Rojas, un genial invitado a El Pacto quien también es profesor de música en Copiapó. Cuando ya nos encontramos extasiados bajo la magia negra de la armonía, la guitarra eléctrica de Fiocco explota mientras la canción se convierte en un aquelarre, un baile donde los demonios y las brujas se toman de la mano a la luz de la luna llena hasta el final de los días.


El mundo de la música siempre conlleva riesgo y esfuerzo. Muchas bandas se quedan a la mitad del camino, pero con un poco de coraje y terquedad, existen algunas que se mantienen gracias al amor por el rock. Winexperience es una de ellas y hoy escribimos sobre este nuevo paso hacia adelante, quizá un salto enorme en comparación a lo que habían logrado en un primer momento, pero también un obvio desarrollo tras el esfuerzo de tantos años. Hoy le damos una oportunidad a El Pacto para que sea degustado como los buenos vinos, que tras un tiempo de añejamiento, alcanzan su mejor sabor... Salud!!!


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