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lunes, 25 de abril de 2016

Dead Lord : una historia que se vuelve a repetir


Ya habían logrado llamar la atención de los amantes del hard rock y de los sonidos vintage de los años setentas con su Goodbye repentance de 2013. Aquel estilo de guitarras directas del agitado rock pop de The Hellacopters en mezcla perfecta con las estructuras melódicas de Thin Lizzy funcionaron en su momento, ahora era el momento de perfeccionarlo para alcanzar nuevos niveles y presentarlo a nuevas audiencias. Este es el nuevo golpe de los suecos Dead Lord.

Conformados en 2012 alrededor del vocalista, guitarrista y compositor Hakim Krim en su natal Estocolmo, la banda logró con jalar los reflectores gracias a su álbum debut y sencillos como "No prayers can help you now" o "Hammer to the heart". Con la intención de consolidarse, Dead Lord se metió a grabar en el Honk Palace y en el mítico Studio Gröndahl su segunda placa, material que tendría la obligación de confirmar a la banda como una de las más importantes de Suecia dentro el concepto del "hard rock".


Como compañeros de fórmula de Krim encontramos a Olle Hendenström,  guitarrista con quien construye el sonido distintivo de la banda, mismo que está inspirado en clásicas bandas como Thin Lizzy, Uriah Heep, Blue Öyster Cult, UFO, Scorpions y hasta el primer Iron Maiden. Así mismo tenemos al baterista Adam Lindmark, músico de gran fuerza e imaginación tras los tambores, energía necesaria para fortalecer las melodías y ritmos creados por los guitarristas de la banda.

En su disco debut, Dead Lord tuvo como bajista a Tobias Lindkvist, quien abandonó a la banda al termino de la gira promocional del mismo. Fue entonces que Krim se decidió por invitar a Martin Nordin, amigo de su infancia que entendía a la perfección los conceptos musicales del líder del grupo.


Para su segunda producción Dead Lord se acercó a uno de sus ídolos para que pusiera su "toque" dentro del sonido ya conformado por el grupo. Fue así que entraron a los estudios de grabación con Nicke Andersson, guitarrista y vocalista de The Hellacopters, leyenda del hard rock sueco desde los años noventas. Por si fuera poco, como mancuerna técnica, Nicke trabajó con Ola Ersfjord como ingeniero de sonido, además de mezclar el material.

Tras el arduo trabajo de composición, grabación y producción, finalmente la banda presentó en agosto de 2015 su segunda placa, la cual lleva por nombre Heads heald high y que es distribuida por Century Media Records. Gracias a la promoción de este material, Dead Lord ha tenido la oportunidad de tocar junto con los islandeses de The Vintage Caravan y con Imperial State Electric, la actual bada de Nicke Andersson tras la disolución de The Hellacopters.


Para primer sencillo de esta placa se publicó "When history repeats itself", una rola de buena velocidad y guitarras cortantes que sirven como prueba de la consolidación sonora de la banda. La batería golpea los tambores con si intentara crear un llamado de guerra, dando pie a un bajo directo que sin duda marca el ritmo sin freno y sin medida. Las guitarras se encuentran y pelean entre sí, se baten a duelo e irremediablemente terminan cantando en una misma voz que se repite una y otra vez.

Hakim Krim compuso esta rola luego de leer en los medios una noticia sobre el conflicto árabe-judío en lo que actualmente conocemos como Palestina. A su mente le vino la ya vieja idea de que la historia es cíclica, que se repite a sí misma sin que el hombre aprenda sus errores. La codicia y el deseo de poder lleva a los pueblos y a las naciones a entrar en conflicto una y otra vez sin que se establezca el mínimo de razón entre las partes. Como persona atea, Krim está interesado por los enfrentamientos derivados por la religión, intenta entrar en la mente de los fanáticos y seguidores para comprender las razones que los llevan a golpear, violentar y matar a otro por el simple hecho de tener otra creencia espiritual. Política, guerra y religión como razón del conflicto entre las razas. Pensamientos, intereses y creencias como razón del enfrentamiento entre los hombres.


Con paso sigiloso, entramos cubiertos con el manto de la noche para observar el juego que cuatro hombres realizan a la luz de las velas. Un tablero de Risk se encuentra en la mesa, un duelo de estrategia que busca derrotar al enemigo. Unos dados y unos vasos de alcohol completan la escena, compañeros ideales para tentar a la suerte y enfrentar a la muerte. Las trampas y los engaños fácilmente pueden encender los ánimos, aunque bien sabemos que siempre existirá la posibilidad de encontrar la revancha.



"Las ideas de la superstición se enfatizan sin piedad,
 obsoletas creencias que descansan sobre las miradas estrechas.
Como ha sido durante siglos, la sangre caerá como la lluvia
teniendo por delante senderos de muerte...
así es como la historia se repite así misma otra vez"


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