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jueves, 28 de enero de 2016

Black Trip : en un viaje sin mañana ni retorno


Esta es la noche de la maldición, aquella que aclama mi nombre por medio de hechizos huecos y el silencio de un mundo sin mañana. Navego a través de la muerte, en ríos ahogados de obscuridad y desolación. Desde la orilla de sus abismos puedo observar espectros que intentan llevarme al fondo. Sin remedio caigo al más allá bañado en sangre, sin retorno abandono la vida y el mundo real.

Black Trip nos toma de la mano para llevarnos a un paseo por la muerte, al mundo desconsolado de la obscuridad y la soledad sin fin. "No tomorrow" es una canción que habla del término de la vida y de aquellos momentos que siguen tras la última exhalación. Estamos al borde del pozo que contendrá nuestra alma sin perdón, donde la resignación no servirá para nada.


Aunque pudiéramos esperar un ritmo lento, denso y aletargado por lo que nos narran sus líricas, Black Trip nos empuja al barranco hacia una caída libre de la cual no hay retorno. La velocidad se siente en nuestros cuerpos moribundos, la corriente de los ríos sangrientos nos azota sin piedad hasta ahogarnos en su lecho. Los espectros gritan y podemos escuchar sus lamentos, y desde este momento, nosotros clamaremos junto con ellos porque ahora formamos parte de su tétrico coro.

Bajo el concepto "New wave of British Heavy Metal", grupos como Iron Maiden, Judas Priest , Venom y Angel Witch construyeron su nicho para hablar de la muerte y de los horrores humanos. Ahora por medio de la avalancha nostálgica que cae sobre el rock desde hace ya varios años, diversas bandas alrededor del mundo enarbolan nuevamente aquellos antiguos ritmos para crear nuevos himnos que nos hagan entender que los sentimientos siguen intactos a pesar del paso de los años. Esta es la forma en que recupera Black Trip aquellos viejos sonidos metaleros de finales de los años setentas que dominaron en Inglaterra, un metal rápido y directo que mezcla la irreverencia del punk junto con la capacidad técnica de aquel hard rock amante de las figuras de la música clásica.


Eso es lo que podemos en Goin' under, album debut de Black Trip publicado en octubre de 2013 bajo el sello Threeman Records. Tras un fallido intento de crear una banda de NWOBHM en 2004 realizado por Peter Stjärnvind, baterista de Entombed, y Daniel Bergkvist, baterista de Wolf; en 2012 Stjärnvind retomó el concepto, agarró la guitarra eléctrica y se dedicó a buscar los músicos ideales para su banda. Fue así que Black Trip se conformó al estilo de un supergrupo de death metal con Joseph Tholl en las vocales (Corrupted y Hazard), Jonas Wikstrand en la batería ( Enforced, Leprosy y Hazard), Sebastian Ramstedt en la segunda guitarra (Morpheus) y Johan Bergebäck en el bajo (Morpheus), pero con la peculiaridad de desarrollar su gusto por el heavy metal clásico.

Goin' under es un repaso por los conceptos básicos de aquel metal rápido y directo que al final dió las bases para el llamado power metal. Ese sonido de as guitarras gemelas en competencia con un furioso y omnipresente bajo originario de Thin Lizzy es mezclado con el golpe directo del punk británico. Con letras que hablan de manera exclusiva sobre el miedo y el horror que provoca la muerte en el ser humano, Black Trip nos regresa a esa época donde el metal se convirtió en la única opción para combatir la música plástica ochentera. 


"No tomorrow" es quizá la rola más cercana a ese viejo sonido de todo el Goin' under. Su introducción nos lleva al recuerdo de las figuras de la música clásica de la época de Bach, aunque termina siendo una actualización de la guitarra de Timo Tolkki en "Night time eclipse" de los finlandeses Stratovarius. Sin embargo, una vez que arranca la melodía en su agitada carrera, la lluvia de notas nos recuerdan el sonido de Iron Maiden en su disco debut de 1980, siendo irremediable la comparación con el clásico "Phantom of the opera".

A la primera expresión salida de la voz de Joseph Tholl, la mente corre en recuerdo a Paul Di'Anno, el primer vocalista de Iron Maiden. El encuentro entre las guitarras de Stjärnvind y Ramstedt sin duda es un tributo al NWOBHM más clavado, el más fiel. La melodía nos llena de nostalgia, pero a la vez nos regala algunas cosas nuevas. Con la experiencia de Fred Estby como productor de bandas de como Necronaut, In Solitude, Katatonia y Carnage, el sonido de la banda es muy claro, logrando otorgar un lugar definido a cada instrumento, aunque ello le quita la sensación de inmediatez de las bandas originales del NWOBHM. Los solos de guitarra nos llevan a nuevos caminos por medio de su efecto de sonido más allá a las enseñanzas de Adrian Smith o Dave Murray. Finalmente, la fuerza contenida en el sonido de Black Trip acusa su influencia por los eternos Hellacopters, banda importantísima en el hard rock sueco liderada por Nicke Andersson (quien en su momento fuera baterista de Entombed).


"No tomorrow" nos lleva de viaje al obscuro mundo de la muerte, donde la caída en sus abismos nos hace sentir el vértigo y la velocidad. Esta mordida al Goin' under es quizá la más saborizada al NWOBHM, esa que nos trae a la memoria el trono perdido que alcanzó el metal de interpretación magistral que, irónicamente, tenía la frescura en su sonido y la fuerza en su agresividad. Black Trip se une a la nostalgia vintage, esa que busca recuperar aquello que el rock y el metal han perdido en las últimas décadas: sinceridad y alma.



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